El Jefe de Tecnología Manuel Vaquero Cabello de Alba y la Responsable de Logística Ana Ruz Salado han acompañado al comisario europeo de Agricultura y Desarrollo Rural, Janusz Wojciechowski, en el viaje oficial a Tokyo que han realizado en las primeras semanas del mes de julio. El más que probado conocimiento del medio y llevar varios años exportando sus productos ecológicos al país nipón, han facilitado que la Agencia Ejecutiva Europea de Investigación, dentro de su Promoción agroalimentaria, observación medioambiental y gobernanza innovadora; haya querido contar con La Abuela Carmen en esta misión de alto nivel , para la que se han recibido un total de 203 solicitudes procedentes de 24 Estados miembros de la Unión, siendo solo unas pocas las empresas seleccionadas para asistir.
Crear conciencia sobre las cualidades especiales y únicas de los alimentos y bebidas europeos también ha sido uno de los objetivos de esta misión en Japón, organizada por la Comisión Europea de Agricultura y Desarrollo Rural. Esta misión ha proporcionado un importante número de datos que el mercado precisa, además de haber sido un destacado aliciente, como el relacionarse y establecer contactos comerciales con la comunidad empresarial local japonesa. La singularidad y la calidad de los alimentos y bebidas producidos por Europa es ya de por sí conocida en Japón. Los aceites de oliva mediterráneos, las carnes y los productos lácteos de alta calidad e incluso la confitería, elaborada mediante recetas tradicionales, transmitidas generación a generación, así como vinos, cervezas y licores de clase mundial, productos europeos de altísima calidad, respaldada además por estrictos estándares de salud y seguridad que se aplican desde el mismo origen de estos.
El mercado japonés valora mucho los productos auténticos y de alta calidad, siendo un mercado clave para los alimentos y bebidas de la UE, con exportaciones anuales por valor de más de 7.400 millones de euros. El hecho de que la calidad europea y el sabor japonés sean una combinación perfecta es el lema de la campaña en curso para aumentar la visibilidad y el perfil de los productos alimenticios y bebidas de la UE en el mercado japonés. Sirva como ejemplo el hecho de que el mercado de alimentos orgánicos de EE. UU. tiene un valor de más de 5 billones de yenes. Incluso Alemania y Francia, que cuentan con poblaciones más pequeñas que Japón, tienen mercados de más de 1 billón de yenes, lo que indica que el mercado de alimentos orgánicos de Japón tiene mucho espacio para expandirse.